Mucho antes de que aparecieran los vibrantes pétalos de las flores, las plantas antiguas dependían del calor para atraer a los polinizadores. Un nuevo estudio publicado en Science revela que las cícadas (un grupo de plantas tropicales que se parecen a las palmeras) generan un calor significativo en sus estructuras reproductivas para atraer a los escarabajos. Este descubrimiento proporciona información sobre las primeras formas de polinización, anteriores a la evolución de las flores en millones de años.
Cómo funciona el calor como señal de polinización
Las cícadas son termogénicas, lo que significa que producen calor activamente, y algunas especies alcanzan temperaturas hasta 15°C (27°F) más cálidas que su entorno. Los investigadores confirmaron que los escarabajos se sienten atraídos por las partes más cálidas de los conos de las cícadas, incluso cuando se controlan otras señales como el olor. Los experimentos que utilizaron tinte ultravioleta mostraron que los escarabajos visitaban constantemente regiones más cálidas, lo que indica que el calor es un atrayente directo.
Cuando los investigadores calentaron conos impresos en 3D y los cubrieron con plástico para evitar la conducción térmica a través del tacto, los escarabajos todavía prefirieron los conos calientes a los no calentados, lo que demuestra que la radiación infrarroja en sí es la señal. Las antenas de los escarabajos contienen TRPA1, un canal iónico sensible al calor que también se encuentra en serpientes y mosquitos, sintonizado con el rango de temperatura específico de sus plantas hospedantes. Esto sugiere que los escarabajos están biológicamente equipados para detectar y responder al calor de las cícadas.
El rompecabezas evolutivo de las plantas con flores
Esta investigación arroja luz sobre una antigua pregunta evolutiva: ¿por qué las plantas con flores (angiospermas) se diversificaron tan rápidamente mientras que las cícadas permanecieron comparativamente limitadas en número de especies? Los autores sugieren que la polinización basada en infrarrojos puede haber restringido la capacidad de las cícadas para formar relaciones especializadas con una gama más amplia de insectos.
Las flores pueden desarrollar patrones de color complejos, niveles de saturación y matices, lo que les permite atacar a numerosos polinizadores. Sin embargo, las cícadas sólo pueden ajustar la intensidad del calor, lo que potencialmente limita su diversificación. Otros biólogos vegetales sugieren que el aroma también podría haber ayudado a las cícadas a diversificarse, pero las plantas con flores tienen la ventaja de combinar aroma y color para un atractivo más amplio.
“Múltiples oportunidades de diversificación probablemente sean mejores que una sola”, dice Beverley Glover, bióloga vegetal de la Universidad de Cambridge.
Los hallazgos representan un importante paso adelante en la comprensión de la evolución de las plantas y los orígenes de la polinización, lo que sugiere que el calor era una interacción ecológica crítica mucho antes de la edad de las flores.
