RFK Jr. vincula las alergias al maní con vacunas y pesticidas: ¿Qué dice la ciencia?

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Afirmaciones recientes de Robert F. Kennedy Jr., Secretario de Salud y Servicios Humanos, sugieren que las crecientes tasas de alergias al maní en los niños pueden estar relacionadas con toxinas ambientales (específicamente el aluminio en vacunas y pesticidas) en lugar de una exposición retardada al maní. Estas afirmaciones contradicen directamente los conocimientos científicos actuales y las directrices de salud pública.

El cambio en la prevención de alergias

Durante décadas, los consejos médicos advirtieron contra la introducción del maní a los bebés hasta los tres años. Sin embargo, en los últimos años, esta orientación cambió drásticamente. En 2017 y nuevamente en 2021, los expertos comenzaron a recomendar la exposición temprana al maní entre los cuatro y seis meses de edad. Este cambio ha coincidido con una notable disminución en los diagnósticos de alergia al maní.

La razón detrás de este cambio es clara: la exposición temprana ayuda al sistema inmunológico a desarrollar tolerancia a los alérgenos. La evidencia de múltiples estudios, incluido un ensayo aleatorio de 2015 en el New England Journal of Medicine, demuestra que la introducción temprana del maní reduce significativamente el riesgo de alergia.

Las afirmaciones sobre el aluminio y los pesticidas

Las afirmaciones de Kennedy se hacen eco de declaraciones similares de Donald Trump, quien anteriormente advirtió sobre los peligros del aluminio en las vacunas. Si bien el aluminio está presente en algunas vacunas, como las combinaciones contra el VPH, la Tdap y la polio, se agrega para mejorar la respuesta inmune. Fundamentalmente, la cantidad de aluminio en las vacunas es menor que la que consumen los bebés a través de fórmula o leche materna, y no se ha relacionado con daños en estudios rigurosos.

Reformular las vacunas para eliminar por completo el aluminio sería una tarea importante con poca justificación científica. Como señala el experto en vacunas Peter Jay Hotez, no hay ninguna razón de peso para hacerlo.

El vínculo entre los pesticidas y las alergias alimentarias es aún más débil. Aunque algunas investigaciones sugieren que la exposición a pesticidas puede contribuir al asma infantil, la evidencia de una conexión directa con las alergias al maní sigue siendo escasa.

¿Qué es lo que realmente impulsa las tasas de alergias?

El consenso entre los científicos señala que la exposición temprana es el factor principal para prevenir las alergias al maní. Pero también influyen otras variables:

  • Cesáreas: Las cesáreas pueden alterar el desarrollo temprano del microbioma intestinal, lo que podría aumentar el riesgo de alergia.
  • Uso de antibióticos: La exposición temprana a los antibióticos puede alterar el microbioma intestinal y afectar de manera similar el desarrollo inmunológico.

La comida para llevar

Si bien las toxinas ambientales son un problema de salud válido, la evidencia científica actual respalda abrumadoramente la exposición temprana al maní como una estrategia crucial para prevenir las alergias. Descartar esta guía establecida en favor de afirmaciones sin fundamento sobre vacunas y pesticidas socava los esfuerzos de salud pública y puede engañar a los padres sobre las medidas preventivas comprobadas.

El mensaje central es este: las alergias son complejas, pero la solución más efectiva que tenemos ahora es clara: exponer a los niños a alérgenos comunes en una etapa temprana de su vida.

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